jueves, 26 de marzo de 2009

René descarte (sin "s" de sapo)

Hoy me siento como…

… la rana que se quedo en el frasco entre la manteca.

Es uno de esos (no sé como llamarlos) “cuentos” optimistas y esperanzadores que circulan por la vida y que se topan con uno cuando no se encuentra en las mejores situaciones.

La idea de esta historia es así: se trata de dos ranas que cayeron en un recipiente de crema (¿qué hacía un recipiente con crema cerca de un lugar donde dos ranas podían caerse? Y mirá que hay que ser rana para caerse en un recipiente con crema). La cuestión es que estas dos ranas peleaban por sus vidas, ya qué la crema se las hizo difícil (estaban en la Creamfields) hasta que una de ellas viendo como venía todo se cansó de patalear y de que todo siguiera igual y se rindió.

Se dejó hundir en el líquido blanco.

La otra que era Miss. Simpatía siguió terca y persistente en su labor glorioso y vivió pataleando hasta que en un momento la crema dejo de ser tal, para pasar a ser manteca, entonces pudo pegar un salto y salir del frasco. Y cómo se fue? “sólo le quedó ir croando alegremente de regreso a su casa”.


Moraleja: Seguí pataleando sin mirar a tu alrededor, que en algún momento la cosa se transforma y te olvidas de los que quedaron en el camino. No hay crema que se resista a la buena onda y a la persistencia. Al que patalea dios lo ayuda. Más vale manteca para saltar, que ranita enterrada. La conclusión nos lleva a decir algo así como: persevera y triunfarás!

Pero murió una rana en el camino!!! Loco entre la manteca está el cadáver de tu amiga la rana René!! Vos serás la súper rana perseverante pero la ranita menos valiente y resignada hoy es parte de Dánica para untar!

Porqué tenemos que quedarnos con la idea de la ranita feliz y triunfadora? No descanten a René!

Qué suerte que la crema no es una de mis debilidades, y qué tampoco me gusta la manteca.

Retomando la idea de “Hoy me siento como…” , hoy me siento como la ranita René descarte, esa ranita que está harta de luchar, patalear y hacer cuanta maniobra haya para que la cosa se transforme, y me cuesta creer que la crema se va hacer manteca, estoy cansada! Harta de las ranitas optimistas, que me dicen que todo va estar bien, que todo va a cambiar!
Para las ranitas el hecho de que la crema pasara a ser manteca les habrá tomado un par de minutos, tal vez horas... yo llevo años.

La vida a la luz de este razonamiento se ve como una crema acuosa y desabrida que parece estar decidida a no cambiar! y sé que quizá está vez me tocó ser la ranita que se ahoga, para que haya una historia en la cual hay otra ranita que le toca ser la que se salve y sea feliz.

Leyes de la vida. Cosan que pasan. El equilibrio del mundo. Karma. Pensamiento mágico. Lo que sea.

También sé que en algún momento me tocará estar del otro lado, pero hoy mi cuerpo yace entre la manteca y la vida es como un frasco para mi alma.


Mi temor a las ranas y sapos vendrá por esto? o tiene que ver con lo del principe? Ayúdame Dr. Freud!


M.J.L

lunes, 23 de marzo de 2009

Pasional


Quiero que me beses de modo que tus labios y los míos

sean el motor de nuestras calderas corazones.

Incendiados nuestros cuerpos

Quiero que ardan en el infierno de nuestras pasiones.


Quiero que me amarres en tus brazos,

me mires fijo mientras te desnudas

Quiero que me beses de modo que el aire nos falte,

la respiración se agite y caigamos rendidos

en nuestro lecho de amor.


Quiero que demos rienda suelta a esta expedición

recorras cada sendero,

explores lo que nunca antes nadie se ha animado.

Quiero que seas un turista curioso y ansioso

Que no deja de asombrarse,

por favor nunca dejes de asombrarte.


En cambio yo, quiero ser residente

que se refugia en cada recoveco de tu cuerpo

Y hace de el su más fiel morada.


Agotados ya sin palabras

Quiero un silencio interminable.

Volver al paraíso de tus labios

y saber que sólo nos queda

la sed del alma.

M.J.L

Pd: Decicado: a tu impaciencia dormida, al fuego de tu mirada, a tus sueños resignados, a tu ambiguedad constante, y a mí espera que desespera!

domingo, 15 de marzo de 2009

Cómico Stand Up 4



Sebastián Wainraich, Peto Menahem, Martín Rocco y Dan Breitman

Sala Pablo Picasso. Paseo La Plaza. Av. Corrientes 1660. Cap. Fed. Buenos Aires. Argentina.

Económicamente accesible.

Calificación: Muy buena

Divertida y entretenida obra de teatro. Humor de alto nivel a cargo de estos excelentes actores. 90 minutos en donde se experimenta todo tipo de risa, y te retorces en las cómodas butacas de la sala Picasso. Inevitable pasarla bien.

El comienzo los encuentra a los cuatro arriba del escenario con un agraciado vestuario, en donde con una aparente seriedad dan paso a un grupo evangélico y nos sorprenden cantando y nos regalan una melodía que se hace pegadiza “No sé, no sé”, es en ese momento en donde empieza a llamar la atención un joven que para mí hasta ese entonces es desconocido, el histriónico Dan Breitman quien será el anfitrión del show.

El primero en hacer su monologo será Martín Rocco, a quien básicamente todo le “Chupa un Huevo”, y quien en un humor creciente irá subiendo la apuesta en risas, pasando por sus 50 años, cadenas de mails, su hijo adolescente, su nueva mascota, y su esposa. Buen monologo.

Le sigue el primer sketch de la noche, una situación de bar y empezas a reparar en lo simple e interesante de la escenografía. En los diálogos vislumbras el sello personal de Sebastián y Peto que se lucen. Sale a la luz el humor Judio y te divertis tanto. A está altura cada vez que pisa el escenario Breitman estallas en carcajadas, con sus movimientos elocuentes y su tan valido y compartido temor por las comedias musicales, es adorable.

Segundo monologo a cargo del SEÑOR Peto Menahem. Si, con mayúsculas porque es desopilante, la calidad con la que cuentan sus relatos y su interpretación son geniales. Peto da cátedra con su monologo de filosofía a cerca de la verdad y la mentira. Excelente.

El turno de dar rienda suelta a la simpatía de Dan, porque derrocha simpatía, canta, baila y que bien lo hace, reís mucho.

Último monologo de la mano de Sebastián Wainraich y su personaje de ansioso que es tan bien logrado que te inquieta, imposible no identificarse. Es admirable como transforma lo simple en algo gracioso. Muy bueno.

Último sketch El Fogón y otra vez a cantar, llega el final y ya te duele todo de tanto reír y aplaudo la última canción: Y qué? “Si es cosa de todos los días”. Te vas contento por haber pasado un buen momento.

Lo mejor: El Monologo de Peto Menahem

Lo peor: No haber visto las tres versiones anteriores.

La Sorpresa: Dan Breitman

Una Perlita: En una parte del monologo de Peto te acordás de Daniel Rabinovich, “Les Luthiers”, en El Mail Leído.

Humor del bueno, más que recomendable.

Próximo destino: "Crucero Gauleguaychu" el unipersonal de Dan Breitman.

M.J.L

miércoles, 4 de marzo de 2009

BÁILAME EL AGUA


Báilame el agua.
Úntame de amor y otras fragancias de tú jardín secreto.
Riégame de especias que dejen mí vida impregnada de tu olor.
Sácame de quicio.
Llévame a pasear atada con una correa que apriete demasiado.
Hazme sufrir.
Aviva las ascuas.
Ponme a secar como un trapo mojado.
No desates las cuerdas hasta que sea tarde.
Sírveme un vaso de agua ardiente y bendita que me queme por dentro, que no sea tuya ni mía, que sea de todos.
Líbrame de mi estigma.
Llámame tonta.
Sacrifica tu aureola.
Perdóname.
Olvida todo lo que haya podido decir hasta ahora.
No me arrastres.
No me asustes.
Vete lejos.
Pero no sueltes mi mano.
Empecemos de nuevo.
Sangra mi labio con sanguijuelas de colores.
Fuma un cigarro para mí.
Traga el humo.
Arréglalo y que no vuelva a estropearse.
Échalo fuera.
Crúzate conmigo en una autopista a cien por hora.
Sueña retorcido.
Sueña feliz, que yo me encargaré de tus enemigos.
Dame la llave de tus oídos.
Toca mis ojos abiertos.
Nota la textura del calor.
Hasta reventar.
Sé yo mismo y no te arrepentirás.
¿Por cuánto te vendes? Regálame a tus ídolos.
Yo te enviaré a los míos.
Píllate los dedos.
Los lameré hasta que no sepan a miel.
Hasta que no dejen de ser miel.
Sal, niega todo y después vuelve.
Te invito a un café.
Caliente claro.
Y sin azucar. Sin aliento.