miércoles, 26 de noviembre de 2008

Otro despertar


Fue otro despertar, ella estaba sentada justo donde comienza su cama, tal vez alguien osaría decir que como uno puede saber donde empieza o termina una cama.
Miraba al piso como buscando algo perdido, algo que quizá llevaba años habitando el suelo y que solo con la insistencia de la mirada podría comprobar que aun existía y no que ya era parte homogénea de la madera. Se calzó las ojotas, no del todo, la izquierda le daba un leve tambaleo mientras trataba de embocar el dedo gordo.
El ropero era un desastre, imposible hallar que vestir sin esbozar un gruñido de fastidio. Tomó lo primero que encontró y se lo puso. Temerosa se miró al espejo, pedía a gritos que le quedará bien, el sólo pensar que tendría que volver frustrada y desahuciada a escarbar los restos abollados de la ropa restante, le daba nauseas. No le quedaba bien, es más fue un grabe error pensar que podría quedarle bien. Pensó en largarse a llorar e irrumpir en un breve berrinche que le permitiera descargar su furia.
Pero detuvo el dar rienda suelta a su ataque de locura, no era la mejor opción, después de todo igualmente tendría que buscar que vestir y ahora no sólo ese sería el problema sino que igual tendría que salir, y el llanto descontrolado, la furia no mediatizada, le provocarían rastros en su rostro que ni la mejor marca de maquillaje podría ocultar. Creyó que lo mejor sería ir a lo fácil, fue busco entre la ropa algo que ya había lucido más d e una vez, la típica remera que era indicada para ser repetida en situaciones de emergencia. El típico pantalón seguro, que no era ni tan apretado como para acentuar el fastidio, ni tan suelto como para mostrar el desgano. Vio el espejo y prefirió seguir de largo, después de todo siempre tenía la opción de recurrir a la imaginación y crear una imagen favorable que coincidiera con algún recuerdo en el que vistió lo mismo y se sintió espléndida.
Se preparó café, del más oscuro, de esos que hacen que el blanco de la taza parezca blanco Ala. Pensó que tal vez debería inyectárselo, la idea de tomar algo tan pensado y tan temprano le mostraba una vez más lo poco feliz que era.
Se sentó frente a la PC, buscó el diario, rezaba porque alguna noticia le mostrará que el mundo era tan cruel para ella como para todos, así fue. Claro que eso duro, lo que dura una mentira en un inconciente insistente. Se sintió culpable, se sintió mala gente, pensó que su vida era tan miserable que estaba siendo injusta. Creyó que alguien podría aprovecharla mejor. Sintió ganas de ceder su vida al mejor postor, al mejor soñador.
Miró la hora, las siete y tres, tenía tan sólo siete minutos para reconstruir su apremiada cara. No sabía si era el maquillaje o tan fuerte su dolor que no entendía el porque de cada expresión. El ceño estaba más fruncido que nunca. Sus ojos solo brillaban cuando alguna lagrima regordeta insistía en aparecer. Ni mencionar las arrugas que no eran propias de la edad, y que reflejaban el paso del tiempo, las patadas del tiempo, el tiempo perdido, la nostalgia imposible de lo no vivido, el peso de lo mal vivido.
Respiró profundo, después de todo solo tenía que ir a trabajar y todo comenzaría otra vez, viajaría hasta allí, llegaría despeinada y algo transpirada, volvería a tomar un café, por la falta de tiempo pensaría otra vez en la posibilidad de inyectárselo, caminaría de prisa como para que el sonar de sus tacos le dieran seguridad, hablaría mal de alguien vulnerable, se equivocaría en algún papel importante, remarcarían su cara de cansada, criticarían su humor, pensaría en su regreso a casa y todo lo que quería hacer y seguramente no haría. Se detendría a pensar en aquel amor platónico que le roba el sueño, lo descartaría por imposible, volvería a amarlo, volvería a descartarlo, pasarían las horas se haría madrugada, y sólo la reconfortaría el saber que aún faltaban al menos cuatro horas, tal vez algunos minutos menos, para otro despertar.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Mi vida sin mí



Sé que te sientes tan solo que te duele, sé que no te gusta la gente, sé que tomas demasiados cafés, sé que piensas que la vida está pasando a tu lado y no sabes exactamente cómo y sé que te has obligado a no pensar en mí, porque es ridículo fantasear sobre alguien que has visto apenas un par de veces.

viernes, 21 de noviembre de 2008

La naturaleza es sabia






Mirá los pies de Uma Thurman son feos!! ojo no soy pedicura, ni mucho menos. Y perdon que no me detenga a analizar el porque de "pedicura" y lo literal de la palabra y las posibles interpretaciones que se pueden hacer al respecto.



En fin lo que quiero decir es: ¿Qué importan los pies? Es Uma Thurman!

Aprendizaje: ¿De que sirve tener lo pies más bellos, si no sos Uma Thurman? De absolutamente nada.


Recordar: Además de alta, rubia, de ojos celestes, cuerpo monumental, muy buena actriz, también tiene como merito que conquistó y disfrutó de Ethan Hawke!! mirá si vas a reparar en los pies de Uma Thurman!!

En qué estabas pensando??

lunes, 10 de noviembre de 2008

En todo caso existía un sólo túnel...


Y fue un grito agudo y desesperado

Fue mi suplica, mi ruego,

ante tanto mal premeditado.

Envuelta por un cuerpo absurdo,

cubriendo sangre insípida,

escondiendo desgarros múltiples,

conteniendo rencores oxidados.

Y con una marcha decrepita, incoordinada,

entorpecida por el tiritar de los nervios.

Una mirada vacía, completamente en el olvido,

en busca de aquello que llaman esperanza,

aquello que llaman fortuna,

o simplemente huyendo de esta agonía.


domingo, 9 de noviembre de 2008

Melodía desencadenada

Estaba parada sobre ese puente y de repente empecé a oír esta melodía

Nunca pensé que fueses idiota
Pero nena, mírate
Tienes que aguantar en pie, llevar tu propio peso
Esas lágrimas no van a ninguna parte, nena.
Miré alrededor y estaba completamente rodeada de gente
Sin embargo o a pesar de ello nunca me había sentido tan sola.
Tienes que tener entereza,
Estás atascada en un instante y ahora no puedes escapar de él
Sentía la presencia del viento una vez más acariciar mi cuerpo y lo supe era el indicio de que aun estaba viva.
Y eres tan tonta
Por preocuparte como lo haces
Ya sé que es duro, y nunca tienes suficiente
De lo que realmente no necesitas...
Alcé la mirada en busca de algún rostro conocido y ya sabes es tan difícil ser quien realmente sos, es sólo que creí que conmigo podrías intentarlo.
Oh, cariño, mírate ahora
Estás atascada en un instante y ahora no puedes salir de él.
Nunca el silencio aventó tanto ruido, nunca me faltaron tanto las palabras, hubiera levantado una a una tus miradas muertas en el suelo. Pero ya sabes es tan difícil ser quien realmente sos, es sólo que creí que contigo podría intentarlo.
Yo estaba inconsciente, medio dormido
El agua está tibia hasta que descubres cuan profunda es...
No estaba saltando... para mí era una caída
Es una larga caída hacia la nada absoluta.
Me arranqué un minuto, tal vez más, para poder suspirar. El tiempo pierde sentido cuando estás atascada en un momento. La noche puede volverse inmensa y uno tan pequeño.
Volví a casa, después de todo...
Si la noche pasa
Y si el día no durará
Y si tu camino titubease
A lo largo de este paso de piedra
Es sólo un instante

lunes, 3 de noviembre de 2008

Recuerdos que mienten un poco, siempre fue así!


No sé que fue, ni como fue.

Viajaba en el auto y lo recordé.

Salíamos de casa, íbamos a correr.

Caminábamos largas cuadras,

hasta llegar al edén, el campo de mi niñez.

Ese campo que anidaba triunfos de alguna vez.

Paz, nostalgia y no sé que.

Inolvidable aroma a tierra seca, herraduras,

caballos libres y el anhelo de crecer.

Va una vuelta, van dos, van tres,

afuera las penas, ¡Ay dios como extraño el ayer!

Corro tan rápido, soy del viento, no siento lo pies!

Estanques con agua fresca, ya sé lo que la gloria es!

Tras horas de diversión el regreso a casa otra vez,

Con la inocencia, la esperanza de que todo se puede

y que mañana vamos a volver.