sábado, 7 de febrero de 2009

Cuando siento como Castel, Sábato lo describe muy bien


Mi cabeza es un laberinto oscuro. A veces hay como relámpagos que iluminan algunos corredores. Nunca termino de saber por qué hago ciertas cosas.

Por ejemplo, me caracterizo por recordar preferentemente los hechos malos y, así, casi podría decir que 'todo tiempo pasado fue peor', sino fuera porque el presente me parece tan horrible como el pasado; recuerdo tantas calamidades, tantos rostros cínicos y crueles, tantas malas acciones que la memoria es para mí como la temerosa luz que alumbra un sórdido museo de la vergüenza.

A veces creo que nada tiene sentido. En un planeta minúsculo, que corre hacia la nada desde millones de años, nacemos en medio de dolores, creemos, luchamos, nos enfermamos, sufrimos, hacemos sufrir, gritamos, morimos, mueren y otros están naciendo para volver a empezar la comedia inútil.

La vida aparece a la luz de este razonamiento como una larga pesadilla, de la que sin embargo uno puede liberarse con la muerte, que seria, así, una especie de despertar. Pero despertar a que? Esa irresolución de arrojarse a la nada absoluta y eterna me ha detenido en todos los proyectos de suicidio.


Y aunque no me hago muchas ilusiones acerca de la humanidad en general y de los lectores de esta página en particular, me anima la débil esperanza de que alguna persona llegue a entenderme. AUNQUE SEA UNA SOLA PERSONA.

"El Túnel" Ernesto Sábato.

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